LA AUTORIDAD
Cuando me he dispuesto a escribir este artículo -más por desfogarme y tranquilizarme que por otra cosa- he pensado si crear una nueva sección de quejas. Pero al poco tiempo he pensado que no; ya que tampoco me quejo tanto. Me enfado y me quejo pocas veces; pero algunas sí, claro, que soy persona...
Bueno, pues el caso es que el lunes teníamos un examen de historia a quinta hora; salimos al recreo, fuimos al bar, y vimos que las de letras se habían quedado en clase estudiando. Así que en vez de quedarnos solas en el patio (las de ciencias) nos subimos con los apuntes a estudiar con ellas. De todas formas, Carlota dijo: ¿pero seguro que podemos estar aquí? Y yo me acuerdo que recordé (como todas las demás) lo que nos había dicho la Jefa la evaluación anterior:"En época de exámenes vale todo. Podéis quedaros en clase estudiando si hace falta". Así que en otras situaciones estaba mal quedarse en clase pero en este caso estábamos haciendo algo correcto.
Al rato, a mitad de recreo, entró el Director de Bachillerato, como quieren llamarlo ya que director del colegio no es él sino su hermano, y nos comenzó a gritar:
JM:¿QUÉ HACÉIS AQUÍ?¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO?
EB:Doña María Pilar. Nos dijo que en época de exámes sí que podíamos estudiar en clase
JM:¿PERO HOY OS HA DADO EL PERMISO? ¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO HOY? QUIERO SABER HOY QUIÉN OS HA DADO PERMISO.
SM: Doña Ma...
JM:¿QUIÉN? ¿DE QUIÉN TENEIS EL PERMISO?¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO HOY?¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO HOY?
EF:Doña Maria Pilar, nos dijo que en época de exámenes sí que podíamos quedarnos estudiando
JM:¡VOY A PREGUNTÁRSELO! ¡Y COMO NO SEA CIERTO VENDRÉIS EL VIERNES POR LA TARDE!
(...)Ya al final del recreo, habiendo tocado ya la sirena...
JM: A MI, TOMADURAS DE PELO NINGUNA.(A Susana) Apunta en un papel los nombres de todos y lo entregas en secretaría. ¡Y EL VIERNES VENÍS TODAS A LAS CUATRO Y MEDIA.
Después fueron dos o tres de nosotras a hablar con Doña María Pilar. Ella les dijoq ue había sido un mal entendido; y ellas entendieron que ya estaba todo solucionado y que, como corresponde, no estábamos castigadas.
A la mañana siguiente, en clase de matemáticas (llegó cinco minutos tarde, pero en comparación con los quince minutos del día del examen tampoco nos pareció mucho), nos dijo, ya no gritando pero sí con mal tono, que dónde estaba la lista que él había mandado entregar en secretaría.
Bueno, pues el caso es que el lunes teníamos un examen de historia a quinta hora; salimos al recreo, fuimos al bar, y vimos que las de letras se habían quedado en clase estudiando. Así que en vez de quedarnos solas en el patio (las de ciencias) nos subimos con los apuntes a estudiar con ellas. De todas formas, Carlota dijo: ¿pero seguro que podemos estar aquí? Y yo me acuerdo que recordé (como todas las demás) lo que nos había dicho la Jefa la evaluación anterior:"En época de exámenes vale todo. Podéis quedaros en clase estudiando si hace falta". Así que en otras situaciones estaba mal quedarse en clase pero en este caso estábamos haciendo algo correcto.
Al rato, a mitad de recreo, entró el Director de Bachillerato, como quieren llamarlo ya que director del colegio no es él sino su hermano, y nos comenzó a gritar:
JM:¿QUÉ HACÉIS AQUÍ?¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO?
EB:Doña María Pilar. Nos dijo que en época de exámes sí que podíamos estudiar en clase
JM:¿PERO HOY OS HA DADO EL PERMISO? ¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO HOY? QUIERO SABER HOY QUIÉN OS HA DADO PERMISO.
SM: Doña Ma...
JM:¿QUIÉN? ¿DE QUIÉN TENEIS EL PERMISO?¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO HOY?¿QUIÉN OS HA DADO PERMISO HOY?
EF:Doña Maria Pilar, nos dijo que en época de exámenes sí que podíamos quedarnos estudiando
JM:¡VOY A PREGUNTÁRSELO! ¡Y COMO NO SEA CIERTO VENDRÉIS EL VIERNES POR LA TARDE!
(...)Ya al final del recreo, habiendo tocado ya la sirena...
JM: A MI, TOMADURAS DE PELO NINGUNA.(A Susana) Apunta en un papel los nombres de todos y lo entregas en secretaría. ¡Y EL VIERNES VENÍS TODAS A LAS CUATRO Y MEDIA.
Después fueron dos o tres de nosotras a hablar con Doña María Pilar. Ella les dijoq ue había sido un mal entendido; y ellas entendieron que ya estaba todo solucionado y que, como corresponde, no estábamos castigadas.
A la mañana siguiente, en clase de matemáticas (llegó cinco minutos tarde, pero en comparación con los quince minutos del día del examen tampoco nos pareció mucho), nos dijo, ya no gritando pero sí con mal tono, que dónde estaba la lista que él había mandado entregar en secretaría.
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